El buscador de símbolos — A. Gustafsson

En la ciudad de Burdeos del año 1860, Axel Ljungberg es un mentiroso manipulador que se dedica a seducir a mujeres a las que realmente no ama. Lo extraño de él es que no cree en el amor, y sin embargo, llora por tenerlo. Cuando Axel se enamora finalmente, se suceden una serie de acontecimientos que le hacen recordar que no puede permitirse tal lujo, puesto que en realidad su comportamiento está justificado por un terrible secreto: él es el buscador de símbolos.

Pfff... con este libro pasaré directa y exclusivamente a mi opinión porque es una total por-que-rí-a y ¡estoy muy cabreada!

Después de terminar de leer este libro, me quedan claras bastantes cosas:

1. Que esa portada está destinada a llamar la atención sobre un libro que tiene muuuy poquitititito que contar y aportar a nuestra sabiduría lectora. Chico, tienes un culo... perdón... trasero muy terso y muy tocable y... vamos, que yo te lo miraría y hasta puede que intente tropezarme para tocártelo/rozártelo como quien no quiere la cosa. ¡Buenos genes, amigo!

2. Que la idea particular de El buscador de símbolos, no es mala. De hecho, creo que es bastante innovadora, novedosa y chula en todo sentido. Sin embargo, se la aprovecha muy poquito para centrarse en escenas eróticas (que son de las más poco eróticas que me leí desde hace años). Básicamente, el prota tiene que tirarse a toda chica... mujer... fémina con la que se cruce y tenga una "marca" en su alma. Si él logra satisfacerlas, esa marca desaparece (junto con la chica, porque terminan siendo un polvo y ya) y él está un paso más cerca de librarse de su maldición.

3. Que para escribir un buen libro, no solamente hace falta tener una buena trama, sino también una buenísima ortografía y gramática. Al menos ponme bien los guiones en los diálogos, escritor/traductor... eso como mínimo, aunque no me cobres el ebook porque lo pones gratis en las plataformas... 

4. Que cuando empieza a fallar la coherencia... mal vamos. Por ejemplo, en una parte del libro, Marie está cabalgando y se dice que él se sube detrás de ella. Luego en esa misma escena, se dice que ELLA lo abraza y le pone las manos en el pecho porque está asustada.

 Tuve un cortocircuito mental en esa parte y desde ese momento ya no le pasé por alto ningún error... tanto en coherencia, como en ortografía o en gramática. Y desde ahí me fui desencantando cada vez más con cada página que pasaba.

5. Que nunca, nunca se debe creer realmente en lo que te cuenten las sinopsis que te digan algo como:

"Más de 100.000 copias VENDIDAS en Suecia.

Una historia de amor diferente, emocionante, divertida, desgarradora, narrada con un estilo y un lenguaje magistral."

Madre del amor hermoso, si hace falta recalcar tantísimo la palabra «vendidas», algo me debería haber olido mal... si es que soy tonta... jajajajajajajaja. ¿Historia de amor? Ay, Dios. Crepúsculo tiene una historia de amor (rara, pero sí). Crónicas vampíricas tiene una historia de amor. No te lo vas a creer tiene una historia de amor. Pero ¿este libro? Nah, este libro es tan superficial que eso no roza el amor por ningún lado. Y ya no quiero meterme con los demás adjetivos que le mete en la sinopsis para pescar a personitas tan ingenuas como yo... jajajajajajaja

6. Que los finales, en libros tan pedorros como éste, no me van a gustar. Porque en El buscador de símbolos tenemos un final abierto. Y ni se sabe si hay o no secuela. Al final, a modo de saludo de los autores, hay unos párrafos donde se explican y cuentan su vida (lo cual está totalmente de más, por cierto). Ahí dicen, básicamente, que si el libro se vende bien y pueden ganar dinero con una secuela, escriben un segundo libro. Si, por el contrario, no venden este primero, lo dejan así y al carajo con los lectores que quieran saber qué rayos pasa después... 

¿Adivinan mi puntuación? Síp, es la siguiente: