Frase del día nº 3

Chicuelas y chicuelos, voy a ser sincera y declarar en este mismo momento que esta imagen NO la hice yo, por lo que ni yo ni este blog merece el crédito de haberla creado.

Dicho eso, también tengo que aclarar otra cosa: me vino a la mente esta frase al escuchar a una concursante diciendo su propia versión de la misma en un programa donde se le busca marido... y no, no veo el programa ése, solamente pasaron ese cachito en una propaganda. ¡LO JUROOO!

¿Alguien más interpreta esta cita como la pérdida de confianza? ¡Yo sí!

Está claro, al menos a través de mis ojos, que una vez perdida la confianza (o al menos dañada o disminuida) es imposible volver al estado anterior. ¿O es que soy rencorosa? Ooooooh, Eva acaba de aceptar que es rencoroooosaaaa... Es que en realidad nunca lo negué! Soy rencorosa, vaaaaaale jajajajjajajaja... Por eso quiero que me digan los que lean esta entrada si creen que la confianza puede reestablecerse sin tener ninguna manchita, ninguna dudititita de que quizá la cosa vaya a repetirse.

Yo personalmente creo que no. ¿Un secretillo? Aparte de rencorosa, tengo un triángulo imaginario en el que dejo entrar o salir a personas. Cada uno de los vértices de ese triángulo tiene puertas giratorias, por las que personas pueden tanto ingresar como marcharse.

Para entrar en ese triángulo, no hace falta mucho. Solamente educación y feeling... y luego ya se ve si esa persona se queda o se va por circunstancias de la vida ajenas o internas.

Para permanecer dentro de ese triángulo, entonces Eva, ¿qué crees que hay que hacer? Pues sencillo: demostrar ser buena persona, amable, serio cuando la situación lo requiere y gracioso o despreocupado en todos los demás momentos. A medida que pasamos tiempo físico o no físico con estas personas (me refiero a que se esté en contacto vía blog, foro, email, Facebook y demás), iremos "echando" o "arropando" a quienes sintamos correcto hacer una cosa u otra... siempre de acuerdo a nuestros ideales y modos de ver la vida, a los que una amiga llamaría «códigos».

Para ver marchar o directamente empujar a marcharse del triángulo... pfff. Tengo que decir que he dejado marchar a varias amigas y personas en mi vida. Gracias a las mudanzas o cambios de colegio años atrás, gracias a circunstancias personales en las que cada uno va creciendo y cambiando de mentalidad, gracias a esas mismas circunstancias personales en las que los otros fueron creciendo y cambiando de mentalidad. Éste ver marchar a personas es casi casi indoloro porque uno acepta que las cosas cambiaron, y no de un momento a otro. Pequeñas cositas aquí y allá que nos fueron distanciando un milimetrito más cada día hasta que ya ni reconocemos las canciones favoritas unos de otros. Por ejemplo, creyendo que todavía me gustan las canciones de Queen aunque ya pasé esa etapa hace años y cambié a Queen por L'Arc~en~Ciel. El problema viene cuando lo que no nos gusta, lo que ya no nos convence del todo, llega de repente e inesperadamente. Si eso pasa, yo pienso igualito al señor Pacheco: «el que se va no vuelve, aunque regrese».

No existe pegamento lo bastante bueno para pegar todos los cachitos de una confianza destrozada, ni ilusionista lo bastante bueno para dejar invisibles (e insensibles) las cicatrices. La confianza una vez rota, es irrecuperable se mire por donde se mire. Es así.

En una peli hace tiempo vi que la prota solamente aguantaba hasta 5 strikes para romper con un novio. A los 5 errores o fallos que tenía en su personalidad, lo liquidaba y a otra cosa mariposa. Y siempre estuve a favor de ese sistema. No sé si del número cinco, pero de la idea de aguantar sólo hasta cierto punto para dejar ir a una persona, estoy totalmente a favor.

Mis seis strikes son (no pude poner sólo cinco jaja):

1. Traicionar confianza (totalmente ganada a lo largo de bastante tiempo).

2. Opiniones racistas.

3. Estupidez.

4. Falta de seriedad cuando la situación lo requiera.

5. Esperar que esté disponible siempre y hacerme esperar, como si mi tiempo no importase.
6. Que me mientan a sabiendas, con engaño intencionado.

Por todo esto, yo creo que si alguien se va (o cambia a nuestros ojos), por más que sigamos charlando o en contacto, las cosas no van a volver a acomodarse a como estaban antes. ¿Cómo puedes hacer borrón y cuenta nueva? Imposible. Perder la memoria es imposible y cuando algo molesta o hiere, molestará y herirá siempre, ¿no?

Esto trae a mi mente otra palabra: Perdonar.

Puuuuufffff. Es como difícil y casi nunca se hace de corazón, sin que lo eches en cara en ningún momento posterior. ¿Estoy equivocada en esto?

Les dejo un video de una canción que veo relacionado con este tema, a ver si les gusta y me comentan a ver si soy yo la dura o es que tengo razón. La verdad me hace falta algún otro punto de vista.

Bueeeeeeno, ya no las/os aburro. Desde hace un par de días venía con la idea de plantear este tema porque realmente me parece interesante saber el punto de vista de otras personas de diferentes edades y países. Me despido, ¡¡y gracias por leer!!