El corredor del laberinto — 3. La cura mortal — J. Dashner

El esperado final de la trilogía.

El tiempo

de las mentiras

se terminó...

Thomas no puede confiar en CRUEL. La organización le borró sus recuerdos y lo encerró en el Laberinto. Luego lo dejó al borde de la muerte en el Desierto. Y lo separaron de los Habitantes, sus únicos amigos. Ahora CRUEL asegura que el tiempo de las mentiras ha terminado. Con toda la información que reunió gracias a las Pruebas, está en condiciones de avanzar en la cura de la Llamarada. Pero Thomas debe pasar por la Prueba Final. ¿Logrará sobrevivir al procedimiento? ¿Será cierto que se terminaron las mentiras? Quizá la verdad sea más terrible aún... una solución letal, sin retorno.

Si no has leído los anteriores libros, no leas esta reseña porque seguramente se me escapará algún spoiler. Aquí dejo los links a las reseñas que hemos hecho de esos anteriores libros por si te llama la atención leerlos:

 # 1. El corredor del laberinto

# 2. Las Pruebas

Sin más preámbulo, paso a contarles más o menos cómo empieza la cosa en este último tomo que nos "regala" el bueno de Dashner.

Estamos que lo tiramos de felices y contentos porque creemos que la cosa ya sólo puede ir a mejor... hasta que va a peor. ¡Vaya sorpresa! Nos dicen que... bueno, a los sobrevivientes les dicen que ya está, que ya les darán sus recuerdos y pimpampum. Algunos deciden que quieren esos recuerdos, pero hay otros que no, que no se fían de nada que tenga que ver con CRUEL. Entre el grupo de los que dicen que sí están Fritanga, Arin y Teresa (que yo recuerde ahora éstos son los más destacados). Y entre el otro grupo que no se fía están los tres espadachines de mis amores: Minho, Newt y Thomas.

Hacen un intento de resistencia y terminan encerrados hasta que digan que sí, cosa que sucede... pero solamente hasta que encuentren el momento justo para salir pitando de allí. Ese momento llega, se pelean, puñetazo va, puñetazo viene, alarma suena estridentemente, corren para todos lados, resbalan, caen y... se encuentran con que ya sólo quedan ellos tres, más Brenda y Jorge. No sé si recuerdan que Jorge es convenientemente piloto de algo así como un avión. Bueno, la cosa es que sí escapan, pero pensando que todos los demás los abandonaron ahí, que los dejaron atrás y se fueron a salvarse en vez de quedarse a buscarlos y ayudar también a nuestros personajes favoritos.

Palabra arriba palabra abajo, eso es lo que pasa en el primer cuarto de libro.. lo demás no lo cuento...

¿Les cuento cuánto tiempo tuve atascado este bendito libro sin atreverme a levantarlo de la mesita de luz al lado de mi cama?

¡¡¡5 PUÑETEROS MESES!!!

Pfff, si es que como secuela no es bueno. De hecho, es bastante malo como secuela. O directamente es bastante malo, punto. Con lo bien que hubieran quedado las cosas si hubiera sido una historia de tomo único... Pero no, a Jamesito se le pusieron los ojos con forma de dólar y se lanzó a por una trilogía sin tener el argumento definido, por lo que parece.

«Lo poco gusta y lo mucho cansa», dice el refrán, pero nadie se lo contó al pobre Thomas. Déjenme recordarles una parte de la sinopsis para evidenciar las ganas de estirar la vida de la gallina de los huevos de oro:

«... está en condiciones de avanzar en la cura de la Llamarada. Pero Thomas debe pasar por la Prueba Final.»

Cuidado que se me escapan spoilers porque estoy enfadada por haber perdido el tiempo en este libro.

Ooooooootra prueba en la que Tom sufre, en la que Teresa aparece muy poco (¡¡gracias al cielo!!), en la que Minho sufre, en la que Newt sufre horrores... Vamos, todos sufren cantidad para básicamente terminar donde empezaron jajajajajajajaja. Entendida esta última oración de manera literal fue un giro que me gustó. Las tramas circulares me chiflan. Aunque eso no borra la tontería de hacer que pasen por todos esos dolores físicos y psicológicos para al final no tener cura y mandar a todos los inmunes a un lugar medio paradisíaco donde serán los encargados de procrear a lo bestia para repoblar la Tierra...

Me podría haber construido un altar para Dashner si hubiera cerrado sus historias al terminar con el Laberinto en el primer libro. No había necesidad de seguir mareando la perdiz para darle ese final de porquería. Si me dices que después de todo eso, les chupan la sangre a los inmunes y crean una cura o al menos una vacuna; pues ¡qué chachi! Al menos te quedas con la sensación de que se logró algo... pero no :S

En fin, el estilo de escritura tampoco es que sea para tirar cohetes. Creo que el autor está equivocado si piensa que mantener la tensión en las escenas significa tener exabruptos, complicaciones e interrupciones tooooodo el tiempo durante toooooodos los capítulos... Al final se torna repetitivo y predecible porque nunca pasa nada sin que a alguien le caiga una bala perdida, ni que alguien se les tire encima ni les agarren de los tobillos. Pasan tantas cosas todo el tiempo que ya nada sorprende, nada te hace parar de leer para asimilar lo que está pasando... y eso no es bueno.

Sigo odiando a Thomas, a Teresa y a James Dashner por hacer lo que hizo con un personaje de lo más entrañable.

Mi puntuación no es otra que:

Aunque es más bien REGULAR BAJO