La isla de Mario — M. V. Rubert

Mario, un joven dibujante de cómics, se muda a vivir a un piso con su novia Penélope, con quien planea casarse. Todo parece ir bien en su vida, pero un día, de la noche a la mañana, sucede lo inexplicable: Mario se despierta en la playa de una remota isla. Y lo que es peor, no recuerda cómo ha llegado hasta allí. Pronto descubre que tiene compañía, pues vagando por la selva se encuentra a Laura, la amiga de la infancia de su prometida Penélope. Laura, una joven valiente y atractiva, es la única persona que puede arrojar algo de luz acerca de su paradero. Por desgracia, al igual que Mario, Laura únicamente recuerda que despertó allí. A medida que pasan los días, ambos entienden que si quieren sobrevivir van a tener que permanecer juntos. Mientras exploran la isla en busca de alimento, tratarán de hallar respuesta a sus múltiples interrogantes: ¿Por qué están allí? ¿Dónde están sus seres queridos? Y lo más importante: ¿cómo escaparán?

Mario se despierta pobrecito tirado en la arena con nada más que lo puesto. Mira a la izquierda: no hay nada. Mira a la derecha: no hay nada. ¡Pucha! ¿Qué habrá pasado? Para colmo no se acuerda de cómo llegó ahí. Tiene hambre y sed. Siente confusión y rabia.

El libro se desarrolla en un perpetuo ir y venir de flashbacks. Nos iremos enterando de las cosas desde el punto de vista de Mario y desde el punto de vista de Laura. También aparecen Penélope y el impresentable del novio de Laura.

Tendría que haber aprendido... pero no. Sigo erre que erre. Miren lo que pone el autor debajo de la sinopsis en Goodreads:

«'La isla de Mario' es una novela que desafía el ingenio. Un puzzle en el que encajan casi todos los ingredientes: intriga, drama, amor, humor e incluso terror. Un juego de referencias literarias y cinematográficas que van desde el primer Robinson a Julio Verne, desde 'El lago azul' a 'Perdidos'. Sumérgete en un thriller que te absorberá hasta la última página. Y recuerda: la realidad supera siempre a la ficción.»

Chachi, ¿eh? Pues a mí no me pareció intrigante ni vi amor ni terror... pero vale. Lo vi venir todo desde el principio. A lo mejor es porque suelo leer libros así y también veo series de televisión y pelis con esta clase de trama. Y a lo peor es porque no se dejaron caer las pistas tan escondidas como el autor cree.

En cuanto a los personajes... pues no sé. Mario me parece que tenía más potencial, quizá se le podría haber dado más conflicto mental, algún monólogo más... algo que nos haga empatizar mejor. No me gusta que en los libros cortos (La isla de Mario es relativamente corto) se dejen de lado los diálogos. No es que no haya diálogos, sino que hay pocos. La narrativa ocupa demasiadas líneas para mi gusto, pero lo bueno es que no está mal escrito. No vi errores de ortografía, ni de gramática, ni de coherencia, así que no le puedo restar puntos por eso.

Siguiendo con los personajes, me pongo a hablar de Laura. Ella es actriz... bueno, en realidad quiere ser actriz, eso nos lo dicen desde el momento cero. Error del escritor. Bastante plana también. No logra que me entristezcan sus penas ni que me alegren sus alegrías. Otro tanto con Penélope. Aunque con esta última hay que añadirle la idiotez y la actitud infantil. Los malos también quedaron acartonados, caricaturizados.

Lo que sí me gustó fue el final... y no lo digo con sarcasmo xD. Sí que me gustó el giro, aunque un poco más de drama emocional no habría estado mal.

En fin, será por las pocas páginas, pero no es que me gustase mucho este libro, así que: