Reckoners — 1. Steelheart — B. Sanderson


Diez años atrás, Calamity irrumpió en la ciudad en la forma de una explosión en el cielo que otorgó a algunos seres poderes extraordinarios. A estos se los empezó a llamar Épicos, y pronto subyugaron a la población empleando sus increíbles poderes con el afán de gobernar la voluntad de los hombres y conquistar el mundo. Ahora, un tirano y furioso Épico llamado Steelheart se ha proclamado dueño y señor de la ciudad de Chicago Nova.

De él se dice que es invencible; ninguna bala puede hacerle daño, ninguna espada puede atravesar su piel, ningún fuego quemar su cuerpo. Nadie se atreve a desafiarlo... Nadie salvo los Reckoners, un grupo clandestino que no goza de poderes pero sí de una férrea disciplina, conseguida tras pasarse la vida estudiando el comportamiento de los Épicos con el objetivo de hallar sus puntos débiles y poder así exterminarlos.

El joven David Charleston se unirá a ellos con el fin de vengar la muerte de su padre a manos de Steelheart. Los Reckoners quieren venganza, y el chico tiene una cualidad que le distingue del resto: sabe que el Épico no es invencible. David es el único que ha visto sangrar a Steelheart.

"—Donde hay villanos, habrá héroes —respondió mi padre—. Espere y verá. Vendrán."

"—A veces, hijo, hay que ayudar a los héroes."

Esas dos frases aparecen a la mitad más o menos del prólogo del libro.

Transcurre diez años antes de la línea temporal normal del libro y casi todo pasa dentro de un banco. El padre de David está en bancarrota y va al banco para ver si puede pedir una hipoteca o préstamo (no recuerdo bien cuál era el caso). La cuestión es que él es un creyente. Realmente cree en los superhéroes, como demuestra la elección de su ropa: una camiseta con el emblema de uno de los superhéroes de cómics.

Mientras está el padre hablando con el tipo del banco, David está arrodillado sobre la silla, de espaldas al escritorio del banquero, lo que le da una vista panorámica de lo que sucede en el banco. Entra y sale gente a borbotones, toda gente normal. Hasta que entra un hombre al que David identifica inmediatamente como Épico por su forma de caminar tan erguida y su postura y su sonrisa de superioridad. Éste Épico se hace llamar Deadpoint y tiene el superpoder de convertir en polvo a todo el que señala con el dedo, esté a la distancia que esté esa persona. Empieza una matanza donde muere cantidad de gente. En esta parte, cuando están escondidos y temerosos del futuro inmediato con este tipejo todavía dentro del banco, es cuando el padre dice esa primera cita.

Sin embargo, ningún crimen quedará impune en Chicago Nova, porque a los minutos llega un hombre portentoso, precioso, cincelado, muy musculoso, guapo, alto, fornido... perfecto para ser un superhéroe, piensa el padre de David. En efecto, es Steelheart el que entra en el edificio y desafía a Deadpoint porque ésa es su ciudad y no quiere a más Épicos haciendo tanto tumulto: quiere que los habitantes de ahí solamente le teman a él. Por ello, se enzarza en una minipelea con él. Llega la policía (humanos) y se ponen a dar disparos a troche y moche. ¿Adivinan? Síp, Steelheart y Deadpoint se las arreglan para salir indemnes. Con la distracción, Deadpoint toma por sorpresa a Steelheart y se pone en posición para matarlo.


He aquí el momento en el que entra en juego mi segunda cita elegida para la ocasión. Con tanto guardia y policía muerto, hay cantidad de armas esparcidas por el suelo. El padre de David coge una y le dispara a Deadpoint para que no logre matar a Steelheart, todavía pensando que él era el superhéroe que venía a rescatarlos y salvarlos y... bueno, tipo los de las pelis y series actuales.

Efectivamente, el disparo mata a Deadpoint... y raspa a Steelheart, haciéndolo sangrar, en la mejilla. Nadie nunca le había hecho daño antes. El padre de David se disculpa profusamente, pero el encolerizado Steelheart lo mata de un disparo de esa misma arma que logró hacerle la herida.

Matanza arriba, matanza abajo, terminan todos muertos menos Steelheart y David, que logra escapar del banco sin que nadie lo vea y dice:

"He visto sangrar a Steelheart. Y lo veré sangrar de nuevo."


Como en este libro hay tantísimo para comentar, lo haré por puntos:

1. Autor: Brandon Sanderson me decepcionó. Con tanto bombo y platillo a su alrededor, yo me lo imaginaba como un "hado" del bosque dando saltitos con sus amiguitos los animales. Pero al leer un libro de él (es el primero que leo), me quedo muuuuy despagada porque esperaba mucho más. A lo mejor tendría que haber rebajado mis expectativas antes de empezar con este señorito. En ideas es bueno, pero su forma de escribir es lo que me deja así. Si tuviera su imaginación, hasta yo podría escribir estos bestsellers... y no tengo preparación alguna ni experiencia.

2. Protagonista: ¡Me gustó! Es superdivertido con sus pensamientos internos, al contrario que Anastasia de la trilogía de Cincuenta Sombras. Fue bonito estar dentro de su mente mientras duró. La pega está en el terreno de lo sentimental... pfff... Ese minimicrorromance fue una porquería de cabo a rabo. Sobre todo porque no paraba de pensar «¡Qué ojazos!», «¡Qué pechos!», «¡Qué mirada asesina más mona con la que me mira!». No hay casi conversaciones entre él y Megan (el objeto de su pasión) y luego dice que se enamoró de ella a primera vista y que blablabla. Y yo por dentro gritaba: «¡¡¡David, estás caliente, no enamorado, chaval!!!». Pero bueno, no hay libro que no tenga al menos un interés romántico entre personajes, así que...

3. Personajes secundarios buenos: Pienso que se exploró muuuy poquitito a los Reckoners como personas, cosa que está horrible por parte del escritor porque podría haber sido un libro mucho más jugoso, aunque también es verdad que con todas las cosas que pasan, sería difícil meter mucha conversación y descripción. El giro del final con el Profesor me dejó toda loca en el buen sentido. Admito que no lo vi venir desde ningún punto de vista. ¡Pulgar arriba para Sanderson! El giro del final con Megan me dejó toda loca en el mal sentido. Hubiera quedado mejor que la dejara como estaba antes, sin lo que pasó luego en el estadio. ¡Pulgares abajo para Sanderson!

Abraham y Cody me encantaron como personajes. Me reí mucho con Cody y sus ocurrencias sobre los seres mitológicos que de ninguna manera son mitológicos y con las historias que se inventa durante todo el libro... ¡realmente genial! Luego está Mia. Es una lástima que no sea más que un personaje de relleno, solamente un comodín para hacer que la trama siga adelante y darle conocimientos al grupo.

4. Antagonistas: No voy a decir que me gustaron siempre, pero sí que casi siempre. Me gustaron como personajes ideales, pero cuando empezaron a desarrollarse más en la parte de la batalla... como que se me fueron desinflando como un globo. Son supervillanos. Tienen superpoderes asombrosos. Son muy ágiles y muy inteligentes. ¿Me vas a decir que terminaron así? El juego del gato y el ratón entre el protagonista y uno de los malos que no voy a decir quién es para no spoilear demasiado, fue de risa. ¡¡Aaaggggh!! Si lo quieres matar, le clavas lo que sabes que le puedes clavar porque manejas divinamente ese material, ¡y punto! Pero no. Esos jueguitos que se inventan los escritores para tener páginas de relleno me ponen de mala hostia. ¡Sean realistas, escritores, sean realistas! Luego, Steelheart. El tipo es muy listo y tiene unos reflejos envidiables a todos los niveles. Estaba tan hiperconcentrado en la pelea final y sólo mirando a David, ¿y no lo vio hacer eso que lleva al final del libro? ¡¿¡¡¡¿¿¡¿¿¡¿¡¡¿¡¡¡Me estás tomando el pelo, Sanderson!?!?!?!?!?!!?!?!?!!?


5. Traducción: No es mala, ni por asomo. Entendí todo a la perfección. De todos modos, tengo que decir una cosa: no sé qué palabra habrá utilizado el escritor en inglés, pero la elección de la palabra tarugo por parte del traductor, me pareció horripilantemente horrendosa.


Me lo terminé de leer en tres días, pero podría haberlo terminado en uno solo de no haber tenido que hacer otras cosas. Por todo esto, les digo que es entretenido como lectura. No es la gran cosa que te esperas del supernombre Brandon Sanderson, pero entretiene y está bien la historia, así que le doy un:


Comentarios

  1. Tengo muchas ganas de comenzar a leer algo de este autor. El problema es que no sé con qué libro comenzar, me pasa con él como con Murakami. Desde lo que me ocurrió con Isabel Allende no me quiero estropear más "buenos" autores. Y está entre comillas porque yo siempre he creído que eso es subjetivo. Oye que seria estoy, ¿No? No es propio de mi... jajajajaja

    Bueno te digo que ese gif del gato me ha matado jajajaja (en serio, me noto muy seria)

    Me voy a por chocolate para hiperactivizarme un poco. Besos no tan chocolatosos como acostumbro. http://data.whicdn.com/images/89091582/large.gif

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Síii! También tenía muchísimas ganas de él... pero no leas eso con un segundo sentido...jajajajajjajajajaja. Lee Elantris, dicen que es su obra supermegamaestra. Yo no lo leí, pero... vamos, no es difícil hacerle sombra a Steelheart... http://38.media.tumblr.com/tumblr_md7u44Z9Fb1rzgx8po1_250.gif

      De Allende léete los antiguos, donde tenía todavía buena imaginación :) Y de Murakami no leí nada, ¡¡pero también quiero!! :D

      Menos mal que me pusiste un gif para evitar tanta de tu seriedad.. ajjajajjajajajaja.

      Vale! Nos hablamos luego cuando estés colocada con chocolate... ajajjajajajajja Besotes!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La enfermedad de las emociones: el trastorno bipolar — Varios Autores

El buscador de símbolos — A. Gustafsson